El culto en una hermandad es una parte esencial de la misma. Allá donde se refleja la idiosincrasia por la que es reconocida cuando lleva como eje fundamental la devoción al Santísimo Sacramento y la oración mariana por excelencia, el Rosario. Es, por ende, que la participación en la Eucaristía y de los sacramentos, la adoración de Dios y la veneración de la Bienaventurada Virgen María, así como de los Santos, deben ser nuestro camino para cumplir con nuestro deber con Dios. La dignidad de todo lo citado, requiere un cuidado y debida atención, el cual, será el objetivo primordial del área de Cultos.
Así, bajo la responsabilidad desde la Vocalía de Culto y Promotor Sacramental, se desgranan los siguientes puntos de cara a estos 4 años:
- Velar por el cumplimiento adecuado de los Cultos de reglas de la Hermandad, tanto internos como externos, de acuerdo con el párroco y director espiritual.
- Cuidado especial de la dignidad del culto Sacramental, en especial la Hora Santa mensual que será anunciada con anterioridad, así como el Triduo al Santísimo Sacramento.
- Promocionar la devoción mariana, especialmente enseñando la oración del Santo Rosario, como miembros de la Orden de Predicadores.
- Vivir, junto a nuestros hermanos dominicos, el año Jubilar de Santo Domingo de Guzmán por el 800 Aniversario de su muerte.
- La asistencia de un Padre de la Orden de Predicadores a los cultos de reconocido prestigio, siempre que sea posible.
- Celebrar con especial énfasis los cultos en honor a María Santísima del Rosario el presente octubre de 2021, al celebrarse el 450 Aniversario de la Batalla de Lepanto y la victoria aludida al rezo del Santísimo Rosario.
- Elaboración de unos cultos extraordinarios en el marco del 75 Aniversario de la fundación de la Hermandad el próximo año 2023 que engloben a cada uno de los Titulares.
- Adquirir elementos litúrgicos que vayan renovando el ajuar y objetos dedicados al culto presentes en nuestras reglas.
- Fomentar la participación de los hermanos en los cultos, tanto internos como externos, así como prestar atención a la formación de los acólitos de la Hermandad. En este aspecto, cuidar de que los participantes se encuentren debidamente preparados y su participación les sea fructífera como cristianos.
- Supervisión de la parte musical de los cultos, procurando que se adecúen a la absoluta conveniencia de lo que se ha de celebrar, de acuerdo con la coral y con las bandas de música.
- Elaboración de los textos necesarios para la celebración de los cultos, siempre de acuerdo con el párroco y director espiritual.
- Realización de charlas formativas en materia litúrgica y de culto entre los hermanos, tanto los que participan activamente como a los miembros de la Junta de Gobierno, siempre de acuerdo con la Vocalía de Formación.
Bajo estas premisas, se expone la siguiente guía de actuación, que será, D. M., el camino a seguir con el fin único de mantener el culto como pilar espiritual fundamental de la Hermandad.