Santiago El Menor

«Había unas mujeres que miraban de lejos, entre ellas María Magdalena, María, madre de Santiago el Menor y de José, y Salomé. (Me 15, 40)

Perfil Biográfico

«Santiago, hijo de Alfeo», que aparece en noveno lu­gar en todas las listas de los Doce, es apodado «el Me­nor» probablemente por ser de baja estatura, y por distinguirlo del otro Santiago, el hijo de Zebedeo y el hermano de Juan.

El Evangelio dice que era de Caná de Galilea, y que era familiar de Nuestro Señor. Por eso es llamado «el her­mano de Jesús», no porque fuera hijo de la Virgen María, la cual no tuvo sino un solo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, sino porque en la Biblia se llama «hermanos» a los que provienen de un mismo abuelo; a los primos, tíos y sobrinos. Y probablemente era «primo» de Jesús.

Santiago es hermano de Judas Tadeo, según Lucas.

San Pablo afirma que una de las apariciones de Jesús Resucitado fue ante Santiago. Y en los Hechos de los Apóstoles se narra cómo en la Iglesia de Jerusalén era muy estimado. Se mani­fiesta como hombre profundamente conocedor del Antiguo Testamento, entregado a la ora­ción, al amor a los pobres, paciente y con el temple del hombre justo y apostólico.

Es mencionado en la Carta a los Gálatas como una de las «columnas de la Iglesia». Cuando los Apóstoles se reunieron en Jerusalén para el primer concilio (año 51), fue éste el que redactó la carta que dirigieron a todos los cristianos. Líder de la comunidad, al que Pedro había man­dado anunciar su liberación; y quien quedó a cargo de la Iglesia de dicha ciudad cuando la dispersión de los apóstoles por el mundo, y fue su primer obispo.

Santiago era llamado «el Santo». La gente estaba segura de que nunca había cometido un pecado grave. Jamás comía carne ni tomaba licores. Pasaba tanto tiempo arrodillado rezan­do en el templo, que al fin se le hicieron callos en las rodillas. Rezaba muchas horas adoran­do a Dios y pidiendo perdón al Señor por los pecados del pueblo. Era conocido como «el que intercede por el pueblo». Muchos judíos creyeron en Jesús por las palabras y el buen ejem­plo de Santiago.

Cuando estaba predicando el Evangelio cerca del Templo de Jerusalén, es arrojado desde el pináculo del Templo por orden del sumo sacerdote. Santiago sobrevive, pero es lapidado y rematado por un batanero, que le aplasta el cráneo de un mazazo. Era tal la admiración que su santidad y justicia suscitaba entre los judíos, que los más sensatos pensaron que su muer­te atrajo el castigo sobre Jerusalén. Durante el reinado de Justino (565-578), fue construida una iglesia en Jerusalén en honor de Santiago, y allí fueron trasladadas las reliquias del mis­mo con las de los santos inocentes, Simeón y Zacarías. Hacia el año 560, las reliquias fueron llevadas a Roma y colocadas en la iglesia de los Doce Apóstoles .

Su festividad se conmemora el 3 de mayo, junto con el Apóstol Felipe.

Imagen en el paso

Santiago el Menor, a continuación de San Simón, aparece como un hombre de mediana edad, con cabellos y barba cortos, que muestra dulzura y complacencia en la mirada, incli­nada, mientras permanece pendiente de Jesús. Es un apóstol dulce de gesto sosegado.

Proceso de Restauración

La talla de Santiago el menor, presentaba problemas estructurales tales como grietas (la mayor en la unión de piernas y torso, reforzada con pletinas y escuadras metálicas atorni­lladas), puntillas y ataques de insectos xilófagos por todo el cuerpo].

Además se observaba un repinte generalizado de toda la encarnadura, con un tono oscuro, que alteraba la apariencia original de la escultura. En la base del busto el escultor Galarza había escrito la palabra «Pablo», como manera de identificar erróneamente la imagen.

A partir de este estado inicial, la intervención con­sistió en la realización de un nuevo cuerpo en madera de cedro, más naturalista y con un giro en el torso que permitiera al apóstol mirar al Cristo del Amor. En la cabeza y manos de la imagen se retiraron varios repintes (uno superficial de esmal­te sintético superpuesto a otro al óleo) recuperan­do la policromía original, de tono más nacarado. Se subsanaron las grietas y reintegraron cromática­mente las lagunas de la capa pictórica.

En los pies, se retiraron las numerosas puntillas, se ensamblaron correctamente las diver­sas piezas, policromando las nuevas piernas y los antiguos pies con un tono similar al de cabeza y manos.

Juan Luis Aquino Pérez

Reseña Evangélica

Santiago el Menor tiene por hermano a Judas Tadeo. «Simón, a quien también llamó Pe­dro, a Andrés su hermano, Santiago y Juan, Felipe y Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote, Judas hermano de Santiago.»(Lucas 6,14-16).

Llamado el menor. «Había también allí algunas mujeres que miraban de lejos. Entre ellas estaban María Magdalena, María, madre de Santiago el menor, José, y Salomé» (Me 15,40).

¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él. (Me 6,3).

«Subí a Jerusalén para conocer a Cefas y permanecí quince días en su compañía. Y no vi a ningún otro apóstol, y sí a Santiago, el hermano del Señor.» (Calatas i, 18-19).

Aparición de Jesús resucitado: «Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles (I Corintios 15,7).