Para hacer un prólogo de una cuadrilla como ésta, no basta con hacer una cronología de aquellos que tuvieron el valor y arrojo y a la par la suerte y el honor de ponerse al frente de ella, la Historia de esta cuadrilla se escribe en negro y blanco, como los propios colores de la hermandad.
Del negro de aquellos hombres que se pusieron al frente y han intentado poner a disposición de la hermandad/cuadrilla todo lo mejor de su experiencia, de su tiempo y compromiso velando por el buen hacer y por la salud de la gente de abajo. No cabe duda que todos y cada uno de ellos han procurado lo mejor por el bien de la Cuadrilla y la Hermandad y formaran por siempre parte viva de esta familia. Y por supuesto blanco, blanco de aquellos costaleros anónimos que han dejado y siguen haciéndolo su esfuerzo, su compromiso desinteresado debajo de ese paso. Después de tanta entrega y tantas fatigas a lo largo de los años, se ha consolidado un gran grupo humano que hacen grande cada Domingo de Ramos el sacrificio y esfuerzo de sus antecesores y que cada año va a más.
Hablar de la Cuadrilla del Misterio de la Cena, es hablar de la Sandwichería Azul y la mesa de madera, es hablar de muchos ensayos sin hacer por no tener gente, es hablar de Antonio Quintero (El Bombero) y Pepe Bellido, es hablar de compromiso, de entrega y de amistad, y por supuesto de un gran grupo humano que siempre nos han acompañado con sus sones y que han marcado el latido de cada chicotá siendo con su música nuestro aliento, nuestra Banda.
El haber pertenecido a esta Cuadrilla es sello de identidad que de alguna manera te vincula para siempre.
Como toda buena historia comienza con una buena idea, con un punto de inflexión, y todo ello fue lo que ocurrió allá por el año 1980, cuando un grupo de jóvenes se unieron a un movimiento que resurgía en Huelva, las cuadrillas de costaleros en las Hermandades y que tras muchos años nos llega a nuestro días con ímpetu nunca imaginado, y un concepto algo distinto a su origen, pero igual de válido.
Ante el problema de los profesionales, sus reivindicaciones salariales y falta de compromiso, y tras el periodo”desafortunado” de las ruedas en el paso de misterio (1978-1979), de la mano de Enrique Pásaro y algo más de una treintena de jóvenes con más ilusión que cuerpo, se gesta esa alocada y buena idea de sacar el paso de Misterio de la Sagrada Cena, cuando ya el paso de Palio llevaba un par de años haciéndolo.
Finalmente es la Semana Santa del año 80 con Juan Manuel Gil como Capataz y Antonio González es cuando ese sueño se culmina y se inicia un camino que llega a nuestros días y que esperemos quede mucho por andar.
Los inicios en aquella época y en nuestra hermandad aún más, no fueron fáciles y se necesitó de grandes muestras de sacrificio y entrega desinteresada de muchos jóvenes que tras los faldones y con total anonimato supieron continuar con una labor encomiable para que aquello que surgió no decayera.
En la Semana Santa de 1981 fue Angel Lema quien mantuvo la cuadrilla viva y tras él en 1982, un capataz de profesionales de Sevilla llamado Francisco Cuesta es quien se hace cargo de ésta durante 3 años que serían igualmente de complicados como no podía ser de otra forma.
Tras él, en la Semana Santa de 1986 Pedro Pérez Sayago, es nombrado para ponerse al frente de la Cuadrilla y lo hace durante 5 años acompañado por Anselmo Arenas en su dos primeros. Por aquella época resurgía con más fuerza el mundo de costal entre los hermanos de las cofradías y empezaron a poblarse algo más los pasos con jóvenes, quizás demasiado jóvenes, para pasos de tales dimensiones, pero la voluntad y las ganas eran grande.
Antonio Quiñones Pérez es quien sucede a Pedro en la Semana Santa de 1991 y hasta 1995, siendo acompañado en esos años por distintos Auxiliares, José Manuel Vélez, el primer año, Juan Alonso en 1992 y los dos últimos por Antonio Márquez Feria. Fueron ya años con una cuadrilla más consolidada y con hombres con una alta competencia que comenzaron a forjar un sello característico en el caminar de dicha Cuadrilla. Técnicamente la incidencia de la vecina ciudad se hacía cada vez más presente y tanto en las ropas como en las formas se fueron perfilando las líneas de trabajo que nos llevaron a estos tiempos.
Para la Semana Santa de 1996, la Junta de Gobierno nombra Capataz del paso de Misterio a Jacinto Hitos, acompañado por José Manuel Vélez y ya en el 1999 se incorporan José Ivars, Manolo Hitos y Juan José Barroso, tras el nombramiento de Jacinto como Capataz General de la Cofradía. Este período llegará hasta el 2015, donde la cuadrilla consolidó unos magníficos años, forjados en unos cimientos de buen trabajo, ambiente y compromiso, sentando las bases de lo que hoy en día son las señas de identidad de esta Cuadrilla.
Coincidiendo con un período algo convulso de la Hermandad donde una Junta Gestora regía las directrices a seguir, en el año 2016 se hace nuevamente cargo de la Cuadrilla Antonio Quiñones, siendo relevado al año siguiente por José Manuel Vélez para la Semana Santa de 2017.
Unas elecciones, con una Junta de Gobierno electa, pone fin el periodo de gestora, y determina tras la Semana Santa del 2017 que sea Juan Vicente Rivas, el responsable de dirigir la Cuadrilla del Paso de Misterio para la Semana Santa del 2018.
La historia se sigue escribiendo día a día, cada año se repite los valores que han hecho grande a esta cuadrilla, el compromiso, la entrega, el buen ambiente y el servicio a la Hermandad, tan sólo cabe esperar el respeto a todos los que estuvieron y seguir trabajando para un mayor esplendor a nuestros Titulares.