Paso de Misterio

El trono procesional tallado para el misterio de la Sagrada Cena de Huelva, titular de la Hermandad del mismo nombre, es una obra ejecutada por el insigne tallista onubense D. Miguel Hierro Barreda entre los años 1949 y 1951 en madera de pino Flandes, siguiendo las pautas del estilo barroco andaluz de los siglos XVII y XVIII.

Dicho trono, que consta como es habitual en los pasos procesionales de la Baja Andalu-cía, de una parte alta en forma de peana monumental, denominada canastilla, y una parte ba­ja a manera de celosía para permitir la respiración de los cargadores o costaleros, lla-mada respiradero, tiene unas medidas de 284 cm de frente por 600 cm de largo. La obra de talla se halla montada sobre una estructura o parihuela fabricada en hierro con seis zancos abatibles, y dotadas de once trabajaderas en que calzan actualmente 66 costale-ros.

El respiradero se divide en seis paños, uno frontal, otro trasero y cuatro laterales que se ajustan mediante cartelas en las esquinas y medallones en los centros de los costeros. Cada paño, de un calado rico en volúmenes, presenta motivos decorativos semejantes a la canastilla, y en su centro se dispone una cartela circular convexa sobre el que en su día iban pintados al temple motivos pasionistas.

Por su parte alta se remata en un baquetón de proporciones discretas, mientras que por la parte baja, grandes roleos acogen en el centro de cada paño los extremos de unas guirnal-das florales pendientes de las mencionadas cartelas.

Las esquinas coronadas por hojas de cardo que sobresalen volando al aire, también aco-gen cartelas similares, mientras que los medallones centrales presentan motivos de la pa-sión y alegorías eucarísticas. El respiradero carece de maniguetas y se halla estucado y pintado en color crema.

La canastilla, de perfiles ondulantes, presenta un zócalo liso sobre el que corre una mol-dura de hojas continuas, que da asiento al cuerpo principal del bombo, tallado con gran-des hojas de acanto y roleos vegetales entrelazados. Al frente presenta el escudo de la hermandad tallado y flanqueado por cabezas de querubines dispuestas sobre guirnaldas  de frutas y flores. La parte trasera reproduce el frente, sustituyendo el escudo de la her-mandad por el de la ciudad de Huelva.

Los costeros o partes laterales de la canastilla, se hallan divididos cada uno en dos tramos por la presencia de una monumental hornacina para albergar imágenes, coronada por una venera invertida que remonta sobre la altura total de la canastilla y que soporta sobre un entablamento que continúa las molduras del coronamiento de la estructura total, y que a su vez se sostiene sobre un par de columnas salomónicas revestidas de sarmientos y vides.

Los dos tramos de cada costero de la canastilla, simétricos entre sí, presentan cartelas ta-lladas en altorrelieve sobre madera oscura, que reproducen momentos de la pasión del Señor, con la presencia de otras parejas angélicas.

Las esquinas de la canastilla son ochavadas, delimitadas del resto de la estructura por ampulosas guirnaldas de frutas que acogen cuatro ménsulas en forma de viera que so-portan imágenes corpóreas.

Sobre el cuerpo principal del bombo, vuela una cornisa doble, rematada en su parte alta por una crestería dividida en tramos y de diseño plenamente barroco, que recorre peri-metralmente el trono.

La altura total de la canastilla, sin contar la crestería, es de 72 cm. Toda la canatilla se halla dorada en oro fino, policromada y estofada.

En cuanto a la iluminación, el trono dispone de cuatro candelabros arbóreos de siete lu-ces, cada uno en las esquinas, simétricos en ángulo sobre el eje central, con gran riqueza en el movimiento de sus brazos. En el centro de los costeros, se asientan, a ambos lados de la venera de la hornacina de la canastilla, dos parejas de pequeños candelabros arbó-reos de dos luces cada uno, que siguen la línea estética de los mayores. En total suman 36 puntos de luz. Los candelabros se hallan en estuco teñido.

Tras sufrir una serie de vicisitudes en los primeros años de su historia, en que la herman-dad carecía de recursos para poder disponer adecuadamente su almacenaje y sus trasla-dos anuales a la iglesia para la Semana Santa, el paso comenzó a mostrar signos de dete-rioro, debido en gran parte también a la escasa calidad de los materiales empleados en él.  Se abrieron grietas en las maderas y se desajustaron los ensambles a causa de la humedad y de los bruscos cambios de temperatura.

A fines de los años 60 fue sometido a un arreglo y a su dorado en oro alemán, y así llegó hasta principio de los años 80, en que la situación de deterioro progresivo había vuelto a aparecer y hubo que acometer nuevas reparaciones y volver a dorar algunas partes, sien-do el resultado disconforme con las aspiraciones de la Hermandad. A fines de la misma década se encargó de su restauración, reforma parcial (candelabros, Evangelistas, horna-cinas) y posterior dorado al taller “Reina de los Ángeles”, de Sevilla, regentado por el fallecido Antonio Díaz.

Debido a la construcción del Nuevo Paso, y tras aprobarse en Cabildo Extraordinario, se inició proceso de enajenación del mismo, que se ha culminado en el mes de octubre al entregarse  a la Agrupación Parroquial de las Benditas Ánimas del Purgatorio, Stmo. Cristo de la Sed, María Stma. De la Salud, Ntra. Señora del Sufragio y Santa Ángela de la Cruz, de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). En el mes de octubre, coincidiendo con los preparativos del Acto de Fe, coincidieron en la Parroquia los dos pasos, hecho irrepetible y muy emotivo para todos los hermanos.

El paso que portó el misterio de la Cena durante tantos años realizará su primera salida con su nueva Hermandad, en Sanlúcar de Barrameda, Dios mediante, el próximo sábado 12 de abril de 2014, en víspera del domingo de Ramos.

Desde diciembre del 2017 se encuentra en la Fervorosa, Ilustre y Antigua Hermandad del Rosario de la Santisima Trinidad y Cofradia de Nazarenos del Stmo. Cristo de los Afligidos, Ntro. Padre Jesus en su Entrada en Jerusalen y Ntra. Sra. de los Desamparados de Utrera.