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ΒΏConoces el significado de nuestro hΓ‘bito?
En toda Hermandad que sale a la calle en Semana Santa a hacer estaciΓ³n de penitencia como cofradΓ­a de nazarenos, uno de los dos elementos identificativos que denotan a sus hermanos como tales, es el hΓ‘bito penitencial.
Para nosotros tiene un sentido muy particular, que proclama una filiaciΓ³n espiritual, un vΓ­nculo devocional muy concreto. Dado que la advocaciΓ³n y devociΓ³n del Rosario tienen un marcadΓ­simo carΓ‘cter de raΓ­z dominicana, ya que Santo Domingo de GuzmΓ‘n fue el creador del rosario como hoy lo conocemos, y los hermanos de la Orden de Predicadores sus mayores difusores, amΓ©n de ser la Virgen MarΓ­a con esta sublime advocaciΓ³n patrona tutelar de la orden monΓ‘stica, nuestro hΓ‘bito es muy similar al de los frailes predicadores.
Nuestro hΓ‘bito al igual que el dominicano se funde en una maravillosa unidad los colores blanco y negro. El blanco sΓ­mbolo de pureza, el negro, de penitencia; el negro cubriendo el blanco, como la penitencia protege la pureza; ambos cubriendo al nazareno como una armadura, sΓ­mbolo de consagraciΓ³n, de sus virtudes y de su misiΓ³n.
AsΓ­ como el hΓ‘bito dominicano nos recuerda la especial protecciΓ³n que la Virgen MarΓ­a ha tenido siempre sobre sus frailes, nos recuerda la protecciΓ³n sobre nuestros nazarenos.
Los dominicos portan cinturΓ³n y rosario, recordando la propagaciΓ³n que Santo Domingo de GuzmΓ‘n, fundador de los dominicos, hizo del rezo del rosario y que hoy lo siguen rezando en todas sus comunidades y parroquias. El Rosario contiene y sintetiza el objeto fundamental de la PredicaciΓ³n del Evangelio. Por eso el Rosario, por sΓ­ mismo es una PredicaciΓ³n.
El escapulario es una pieza de tela que forma parte de nuestro hΓ‘bito y consiste en una tira de tela con una abertura por donde se mete la cabeza y que cuelga sobre el pecho y la espalda, pendiente de los hombros (en latΓ­n, scapula). Entre otros, es sΓ­mbolo del yugo de que Cristo nos invita a cargar pero que MarΓ­a nos ayuda a llevar.
Los monjes normalmente usaban sandalias de doble tira mientras araban los campos, son una indicaciΓ³n de pobreza y dependencia de Dios
Para entenderlo un poco mas, compartimos un fragmento del poema de fray Fernando MarΓ­a GuervΓ³s, OP.
𝒀𝒐 π’•π’†π’π’ˆπ’ 𝒖𝒏 π’‰π’‚Μπ’ƒπ’Šπ’•π’, 𝒃𝒍𝒂𝒏𝒄𝒐
π‘ͺπ’π’Žπ’ 𝒖𝒏𝒂 π’—π’Šπ’…π’‚ 𝒒𝒖𝒆 π’†π’Žπ’‘π’Šπ’†π’›π’‚
𝒀, π’„π’π’Žπ’ 𝒖𝒏 π’ˆπ’“π’Šπ’•π’ 𝒅𝒆 π’Žπ’–π’†π’“π’•π’†,
𝑳𝒐 𝒄𝒖𝒃𝒓𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒄𝒂𝒑𝒂 π’π’†π’ˆπ’“π’‚.
𝒀 𝒆𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒐, 𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒍 π’Žπ’Šπ’“π’‚π’“π’π’,
π‘½π’Šπ’…π’‚ π’š π’Žπ’–π’†π’“π’•π’† 𝒔𝒆 𝒓𝒆𝒄𝒖𝒆𝒓𝒅𝒂𝒏
π‘½π’Šπ’…π’‚ π’š π’Žπ’–π’†π’“π’•π’† 𝒔𝒆 π’‰π’†π’“π’Žπ’‚π’π’‚π’
𝒀 𝒔𝒆 π’‚π’Žπ’Šπ’ˆπ’‚π’ π’š 𝒔𝒆 𝒃𝒆𝒔𝒂𝒏.
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